Idea

Arquitectura en Dubái con una pizca de sal

¿Utilizar la salmuera vertida por las plantas desalinizadoras como alternativa al cemento? Es la apuesta de Wael Al Awar, que aboga por una arquitectura ecorresponsable.
Lion d’or de la meilleure participation nationale à la Biennale d’architecture de Venise 2021, le projet « Wetland » (EAU)

Katy Gillett
Periodista en Dubái, Emiratos Árabes Unidos

Wael Al Awar recibe a los visitantes en su oficina en Deira, una zona del casco antiguo de Dubái. El edificio está construido sobre una sebkha, una formación geológica sin vegetación y con altos niveles de salinidad. Fueron precisamente estas sebkhas las que inspiraron a este arquitecto libanés y al japonés Kenichi Teramoto, a la hora de diseñar el pabellón de los Emiratos Árabes Unidos para la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2021. Titulado “Wetland", el proyecto, que ganó el León de Oro a la Mejor Participación Nacional, exploraba la posibilidad de fabricar materiales de construcción sostenibles a partir del reciclaje de la salmuera vertida por plantas desalinizadoras.

La industria cementera es responsable del 7 al 8% de las emisiones directas de CO2 en todo el mundo

El empleo de la sal en la construcción no es nada nuevo. Siwa, un oasis urbano del oeste de Egipto, fue fundado sobre una sebkha y se convirtió en el hogar de una de las primeras civilizaciones en el año 10.000 AC. El antiguo hábitat, construido con una arcilla salada conocida como kerchief, ha resistido al paso del tiempo, pero en el transcurso de los siglos esta tradición se ha ido perdiendo. En Dubái, al igual que en otros lugares, el hormigón se ha convertido en la norma, con las graves consecuencias que ello supone para el medio ambiente. La industria cementera es responsable del 7 al 8% de las emisiones directas de CO2 en todo el mundo, y el cemento es un componente fundamental del hormigón. Es la cal, empleada para aglutinar el cemento, la que está en la raíz del problema ya que es preciso calentar el carbonato de calcio para producir óxido de calcio (cal), y esto libera CO2.

Salir de los caminos trillados

Países como Japón, donde Al Awar y Teramoto también tienen una oficina, han estado mucho tiempo construyendo con materiales locales, como el bambú, y todavía lo siguen haciendo. Pero en los Emiratos Árabes Unidos, utilizar materiales locales es todo un desafío. En el pasado el sector de la construcción recurrió al coral, pero en un país donde la población ha pasado de unos cientos de miles de habitantes a más de nueve millones en los últimos 50 años, utilizar este recurso a gran escala es impensable. “Como arquitectos, tenemos una responsabilidad”, explica Al Awar. “En los Emiratos Árabes Unidos no disponemos ni de madera ni de bambú. Hemos tenido que ingeniárnoslas para encontrar una solución compatible con el clima”.

En su búsqueda de una alternativa al cemento, Wael Al Awar dirigió su atención a las sebkhas, que representan más del 5% de la superficie terrestre del país. Con la ayuda de un equipo de científicos de la American University of Sharjah, el arquitecto analizó los minerales y las sales de estas depresiones geológicas y los expertos hallaron óxido de magnesio. Fortalecido con este descubrimiento, Kemal Celik, profesor adjunto de ingeniería de la New York University en Abu Dhabi, logró encontrar una forma de sustituir la cal por óxido de magnesio para crear nuevos bloques sintéticos que se utilizaron en las estructuras del pabellón “Wetland”.

Extracción de salmuera

Sin embargo, aunque las sebkhas sirvieron de punto de partida para la reflexión, nunca se ha planteado explotar estos vitales sumideros de carbono.  “Eso sería un crimen”, insiste Wael Al Awar. “Si lo hiciéramos, probablemente desaparecerían al cabo de cinco años. En lugar de destruir estos entornos naturales, la solución ha sido recurrir a la salmuera vertida por las plantas desalinizadoras”. 

Los Emiratos Árabes Unidos, segundo mercado mundial de desalinización después de Arabia Saudita, generan en torno al 14% de la producción total mundial de agua desalinizada, según el Ministerio de Energía de Abu Dhabi. Estas plantas suministran agua potable a millones de personas, pero los residuos vuelven al Golfo Pérsico. Estos vertidos aumentan su salinidad y repercuten en la vida marina en general y, en particular, en los corales. “Así que se trata de una solución beneficiosa, ya que podemos aprovechar estos residuos”, señala Wael Al Awar.

La técnica de utilizar salmuera en la construcción todavía está en una fase embrionaria. “Es solo el comienzo de lo que puede ser un gran futuro”, afirma por su parte Laila Binbrek, directora del Pabellón Nacional de los EAU. Wael Al Awar y Kemal Celik han seguido investigando y presentaron un nuevo prototipo en la Semana del Diseño de Dubái, en noviembre de 2023.

Tenemos que dejar de explotar los recursos como lo hemos hecho hasta ahora y avanzar hacia una economía circular

El óxido de magnesio podría convertirse en una solución para países con plantas desalinizadoras, pero exportar esta técnica no tendría sentido. La solución tiene que estar cerca de casa. “El problema de la crisis climática radica en la idea del material universal”, explica el arquitecto. “Antes construíamos con materiales disponibles a escala local, no aprovechando los recursos de otros”.

Para Wael Al Awar, un edificio construido en Dubái no tendría que parecerse a otro de Singapur. “Tenemos que dejar de explotar los recursos como lo hemos hecho hasta ahora y adoptar una economía circular. Mi consejo a todos los arquitectos es que examinen su ciudad y exploren todas las posibilidades de utilizar los residuos industriales", añade Laila Brinbek. En el caso de Wael Al Awar, bastaría con explorar debajo de su oficina.

Construir para el mañana
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enero-marzo 2024
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