Artículo

Subtítulos, la otra cara de las series

Aunque las plataformas digitales han revolucionado la difusión de series y películas en idiomas extranjeros, los traductores apenas se han beneficiado de la avidez de los espectadores por los contenidos internacionales. La presión sobre los salarios y los plazos de entrega no ha dejado de aumentar.
Illustration: Nadia Diz Grana for The UNESCO Courier

Roshanak Taghavi

Periodista afincada en Washington DC, Estados Unidos

“Una vez superada esa barrera de pocos centímetros que forman los subtítulos, ustedes descubrirán otras películas extraordinarias”, afirmó el cineasta surcoreano Bong Joon-ho en la ceremonia de entrega de los premios Golden Globes de 2020. El director de Parásitos, primer largometraje no anglófono que ganó el Oscar al mejor film, recordaba de este modo la función esencial que desempeñan los subtítulos: abrir el cine a los públicos del mundo entero. 

El éxito internacional de su película acabó con la idea preconcebida de que el espectador anglófono no acostumbra a leer los subtítulos mientras mira las imágenes televisadas. Parásitos, que ahora se difunde permanentemente en plataformas internacionales de pago, recaudó más de 50 millones de dólares durante su estreno en las salas de Canadá y Estados Unidos. 

Pero la avidez del público por filmes subtitulados como Parásitos o la serie surcoreana El juego del calamar, puso también de relieve la situación precaria de los traductores que redactan los diálogos. ¿Justifican estas malas condiciones de trabajo la discutible calidad de los subtítulos de los programas y películas emitidas en las plataformas de difusión? La cuestión es ahora objeto de debate en la esfera pública.

Una popularidad sin precedentes

En pocos años, las plataformas digitales de pago han revolucionado la difusión televisiva de programas y películas en lenguas extranjeras. En particular, los contenidos internacionales adaptados al gusto local han adquirido una popularidad sin precedentes entre el público anglófono.

En Estados Unidos y Canadá, el número de espectadores de contenidos no anglófonos ha aumentado un 71% desde 2019

Alrededor del 36% de los abonados de Netflix reside en Estados Unidos y Canadá, y la audiencia de contenidos no anglófonos ha aumentado un 71% desde 2019, declaró en 2021 Bela Bajaria, responsable de Netflix Global TV, en la conferencia estival de la Asociación de Críticos de Televisión.

El gigante estadounidense, que difunde contenidos en más de 190 países, subtituló en 2021 siete millones de minutos de programas y tiene previsto promover las traducciones y lograr que sean aún más atractivas para sus abonados, según explicó en enero Greg Peters, director de operaciones y de productos de la plataforma. Esta última está considerada por los proveedores de servicios lingüísticos (FSL, por sus siglas en inglés) una “pionera” en la definición de normas de doblaje y subtitulación. 

Un círculo vicioso

El problema es que los traductores de subtítulos no se benefician realmente de este interés creciente por los contenidos extranjeros. “En el modelo actual, la subtitulación se consigna como una partida pro memoria. Los presupuestos asignados a la traducción, la subtitulación, el doblaje o la accesibilidad del film se formulan al final del proceso de producción, cuando el presupuesto de la película o de la emisión ya se ha gastado, a menudo con creces”, explica Pablo Romero-Fresco, profesor honorario de traducción y producción cinematográfica de la Universidad de Roehampton en Londres, Reino Unido.

Los gastos de traducción y accesibilidad representan entre el 0,01% y el 0,1% del presupuesto de una película

Los gastos de traducción y accesibilidad, señala Romero-Fresco, representan por regla general entre el 0,01% y el 0,1% del presupuesto de una película, mientras que el 50% o más de los ingresos que ésta percibe proceden de sus versiones traducidas a lenguas extranjeras. “¿Acaso la rectificación de los colores de una película destinada a millones de telespectadores, por interesante que sea esa tarea, es más importante que su traducción ? Esa diferencia de trato resulta sorprendente”, indica el experto.  

Por lo general, a los traductores de subtítulos se les paga por minuto de contenido y no por la extensión de los textos. Pero, según algunos de ellos, que prefieren guardar el anonimato, esa tasa por minuto ha experimentado un descenso constante en los últimos 30 años. Un problema añadido es que no existe ningún proceso normalizado de encargo, contratación o pago, y las tarifas y los métodos de subcontratación de los servicios de subtitulación varían considerablemente según el país o la región donde se apliquen.  

“Las plataformas de difusión y los creadores de contenidos están dispuestos a pagar por una subtitulación de calidad”, afirma Stavroula Sokoli, vicepresidenta de la Asociación Europea de Estudios de Traducción Audiovisual. Pero es preciso que parte de esos ingresos lleguen a los traductores, lo que no siempre ocurre. Con frecuencia, las plataformas de difusión contratan la subtitulación con agencias de servicios lingüísticos que, a su vez, subcontratan la tarea a empresas más pequeñas. Incluso cuando la remuneración inicial es alta, la cifra disminuye a medida que se multiplican los intermediarios.  

“Si trabajas únicamente para clientes o empresas de servicios que pagan muy poco, entonces tienes que trabajar constantemente para llegar a final de mes”, declara un subtitulador francés de larga experiencia. “Y si trabajas constantemente, añade, no te queda tiempo para buscar otros clientes [que paguen mejor]. Es un círculo vicioso”.

En realidad, la presión sobre los salarios y los plazos de entrega no deja de aumentar, lo que ha hecho que algunos traductores expertos renuncien a tareas de subtitulación. “Desde hace varios años, las plataformas de difusión digital exigen cada vez más a los traductores: esperan recibir una calidad superior, imponen plazos más cortos y ni siquiera han mejorado las tarifas, aunque el costo de la vida ha evolucionado en todo el mundo”, señala por su parte un coordinador de servicios FSL bajo petición de anonimato. 

Plazos razonables

Muchos profesionales del sector exigen actualmente que la subtitulación se integre en el presupuesto de las películas desde el inicio del rodaje, de forma que puedan aplicarse tarifas decentes y  pueda seleccionarse de antemano un proveedor de servicios lingüísticos competente. Este último dispondría así del tiempo y de los medios económicos necesarios para escoger un subtitulador apropiado. Si el film Parásitos ha obtenido un éxito tan extraordinario, es porque Bong Joon-ho decidió trabajar con el traductor de subtítulos Darcy Paquet, con el fin de que se respetaran el contexto y los matices de la traducción. 

Es posible imaginar que, a corto plazo, las plataformas de difusión colaboren con los proveedores para garantizar a los subtituladores salarios más adecuados y plazos más razonables. Esa práctica ya está en vigor en Francia, donde, en algunos casos, a los subtituladores se les paga por subtítulo y no por minuto de película. También se ha invitado a las plataformas digitales a que se comuniquen con  los proveedores para que las traducciones se paguen mejor.

“Los productores de películas francesas saben que tienen que exportarlas al extranjero y casi siempre tienen ese dato en cuenta desde el principio”, explica Sabine de Andria, una traductora afincada en París que ejerce la subtitulación desde hace más de 20 años. “La mundialización, añade, tiene un lado positivo, porque ha puesto en evidencia que el doblaje y la subtitulación son fundamentales y deben realizarse correctamente”.

Traducción, puente entre mundos
UNESCO
Abril-Junio 2022
UNESCO
0000381067